Hablemos de series: Qué vi esta cuarentena.

¡Muy buen comienzo de semana, queridos lectores! ¿Cómo andan? Espero que muy bien :)

Como les dije en la entrada anterior, y también pregunté por historias de Instagram (con un aplastante resultado positivo), hoy vengo a contarles todo lo que estuve viendo durante estos días de aislamiento.

En condiciones normales de rutina y trabajo, cuando tengo que poner en la balanza mis dos pasiones a la hora de gastar tiempo libre (leer y ver series), la lectura siempre se lleva las de ganar, simplemente porque llevo más tiempo leyendo que viendo series, y tengo más cantidad de libros que de series esperando por mi atención. Por eso, aunque la lista de pendientes de Netflix y —ahora también— Amazon Prime es grande, generalmente me obligo a no dejarme seducir para intentar seguirle el ritmo a todas las publicaciones editoriales que me interesan.

Pero con esto de la cuarentena, las cosas se dieron vuelta un poquito. Por un lado, las publicaciones editoriales están frenadas, y por otro, me encuentro teniendo una gran cantidad de tiempo libre con el que normalmente no cuento. ¿El resultado? Melisa se la pasó viendo series en estos casi 60 días que llevamos de confinamiento.

Si quieren enterarse de cuáles fueron las series en las que estuve invirtiendo mi nuevo tiempo libre, sigan leyendo.

QUÉ VI ESTA CUARENTENA

Lo primero que maratonée esta cuarentena fue la cuarta "temporada" de La Casa de Papel (sí, recién en abril, la primera quincena seguí con mi rutina de series normal). Esta serie es recontra conocida, y justamente por eso es que intento ver todos los capítulos durante los primeros días desde su estreno, para evitar spoilers. También es una de las series que más sentimientos encontrados me provoca. Me entretiene un montonazo y no puedo parar de verla, pero también siento que debería haber terminado en su segunda parte, y que Netflix no tendría que haber seguido explotándola. En esta temporada en particular los primeros capítulos me aburrieron un poco, y a partir del quinto me enganché por completo. Sin embargo —al igual que me había pasado con la temporada anterior—, me frustré al darme cuenta que el final nos dejó exactamente en el mismo punto que había terminado la tercera. Es decir, no pasó nada relevante. Además, sí, hubo un pequeño detalle que no puedo perdonar.

Downton Abbey es una serie que tenía pendiente hace un montón (de hecho, por acá hay una entrada de hace unos años donde la menciono), y que por falta de tiempo nunca empecé. Después la sacaron de Netflix, y la di por perdida hasta que este verano Mica me introdujo a Amazon Prime. La empecé en enero, y la estaba viendo muy tranquilamente (un capítulo aquí y otro allá), pero después me agarró la locura de las series en cuarentena y miré de un saque todo lo que me faltaba. Para los que no la conocen, Downton Abbey cuenta la historia de una familia británica del SXX, todos sus dramas económicos, románticos, sociales, políticos y morales. Por momentos se pone un poco monotemática con algunas subtramas, pero aún así me gustó un montón. Y aunque detesto fervientemente a una de las protagonistas principales, me llevé algunos personajes favoritos que voy a atesorar para siempre ❤.

Empecé esta serie gracias a su protagonista, Matthew Goode. Lo había visto en Downton Abbey (y después me di cuenta que ya lo conocía de antes, solo que está bastante cambiado), y me quedé con ganas de más de él, porque aparece demasiado poco para mi gusto, no solo en la serie sino también en la película. Así fue como una noche dije, ¿por qué no? y le di play a A discovery of Witches. Esta serie está basada en los libros homónimos de Deborah Harkness, y cuenta la historia de Diana, una bruja que ha estado reprimiendo sus poderes por años, y que durante una de sus investigaciones en la biblioteca de Oxford descubre un libro que contiene un secreto por el que muchos lo darían todo. Con la ayuda de Matthew Clairmont, quién además de un profesor universitario es vampiro, Diana intentará escapar de aquellos que van tras el secreto y su cabeza. Así es, leyeron bien, dije vampiro. Estos libros publicados en el año 2011 tienen toda la onda fantástica de la época, y fueron adaptados a formato serie en el 2018. Yo, que no leí los libros, encontré que la adaptación tiene mucha vibra a Crepúsculo, incluso cuando la protagonista es bastante más fuerte que nuestra querida Bella. Algunas personas que sí los han leído, me comentaron que las similitudes no son tan marcadas en la novela, y que como toda adaptación, la serie tiene sus fallas. A pesar de haberme sentido metida en la máquina del tiempo durante los ocho capítulos que tiene la primera temporada, disfruté un montón la serie, y espero con ansias la segunda, que ya está grabada (así que no me vengan con la excusa del Coronavirus) y se supone que sale este año. No está en ninguna plataforma de streaming, pero la consiguen fácil en internet (cualquier cosa me preguntan en redes).

Never Have I Ever (o Yo Nunca, en español) es una serie que desde que vi el trailer me llamó la atención, y que cuando salió la maratonée en apenas unas horas. Es la típica comedia adolescente, y nos cuenta la historia de Devi, una chica de origen hindú, que es una de las más inteligente de su clase, y que recientemente ha sufrido un episodio trágico del que toda la escuela ha sido testigo. Debido a los prejuicios de la secundaria, a ella y a sus amigas les cuesta mucho socializar, y sobre todo llamar la atención de los chicos. Es por eso que Devi elabora un plan para que todo esto cambie, y es así como su mundo termina poniéndose de cabeza. Me pareció una serie súper divertida, con mucha representación, y momentos emotivos. Además, se ve muy rápido porque son apenas 10 capítulos de entre 20 y 30 minutos cada uno. Espero de todo corazón que Netflix la renueve para una segunda temporada.

**Inserte aquí el meme de "empecé esta serie por la trama"** ¡Es Chris Evans, ladies and gentlemen! ¡Mi queridísisisimo Capi! ¡Por supuesto que iba a verla! (aún cuando tengo que bancarme otra vez a Michelle Dockery agg 😅). Defending Jacob está basada en el libro homónimo de William Landay, y es un thriller que cuenta la historia de un fiscal de distrito (Evans), cuyo hijo (Jaeden Martell, te amo) es acusado de asesinar a uno de sus compañeros de colegio. La serie se emite semanalmente, por lo que recién voy por el capítulo 5 (de 8) y me está gustando un montón. El cast y las actuaciones son impecables, y la trama engancha como todo buen thriller. La pueden ver en Apple TV, o encontrarla en el amplio mundo de internet (repito lo de ADOW, me pueden preguntar). 

Run es otra serie que se emite semanalmente (esta vez por HBO), y que empecé porque son pocos capítulos (van 5 de 7) de media hora. Además, la trama me llamó muchísimo la atención. Se trata de un romance con toques de trhiller, que nos cuenta la historia de una ex pareja de universidad que, 15 años después, dejan sus vidas y problemas actuales para huir juntos, tal y como lo acordaron cuando eran jóvenes. Me está gustando muchísimo. Es divertida, un poco bizarra, y tiene un montón de elementos que indican que en cualquier momento puede llegar a pasar algo inesperado. La recomiendo un montón.

Y llegamos al vicio de esta cuarentena (vicio al punto de que tuve que auto frenarme para seguir con mi vida fuera de la serie, aunque sea unos días). Melisa, tarde como siempre, tuvo que esperar que tuviera lugar una pandemia mundial para empezar finalmente The Office. Pero no me arrepiento de nada, y me alegro que haya sido así, porque realmente le puso risas y lindas sensaciones a mi cuarentena. Para quienes no conozcan la serie, es una sitcom viejita (año 2005) que se centra en los días de oficina de los empleados de Dunder Mifflin, una compañía dedicada a la venta de papel. Si bien admito que la primera temporada (de a penas 6 capítulos) no se me hizo gran cosa, decidí confiar en el amor colectivo por esta serie que había visto en las redes, y seguí mirando. Fue un viaje de ida. Sí es cierto que hay situaciones demasiados bizarras, y que se trata de un tipo diferente de humor del que estamos acostumbrados en la actualidad, pero los personajes son tan entrañables que es imposible no terminar amándolos ❤. Recién voy por el capítulo 11 de la quinta temporada (de 9), pero se ha convertido en una de mis series favoritas de la vida **y tiene uno de los mejores ships del mundo mundial**. La pueden ver completa en Amazon Prime.

Por último, hace unos días vi la primera temporada de Valeria, la adaptación de Netflix de los libros de Elizabeth Benavent. ¿Qué decirles? La verdad es que no me gustó mucho. Yo no leí los libros, pero el trailer me había resultado simpático, y tenía ganas de volver a ver algo de este estilo. Lo cierto es que la serie me aburrió un poquito, y no conecté con ninguno de los personajes. Estuve leyendo los comentarios, y parece que esto es un punto en común tanto entre quienes leyeron los libros como entre quienes no lo hicieron. Una verdadera pena. Si la vieron, no dejen de comentarme su opinión.

Y eso fue todo, sin contar las series que hace años miro semanalmente, y que en estos días están llegando a sus finales de temporada o a sus parates de invierno (verano en USA). 

Sí, es un montón, pero pocas veces tengo tanto tiempo libre y puedo darme el lujo de irme de tema con la cantidad de series que me siento a disfrutar, no me juzguen.

Espero que hayan encontrado alguna serie que les interese y que tengan ganas de ver, y sino cuéntenme qué vieron ustedes durante este tiempo de quedarse en casa. 

Los leo en los comentarios. Un besote.