Título: Mensajes en las paredes del baño
Autor: Julia Walton
Editorial: Numeral
Sinopsis: Desde los 12 años, Adam se siente atormentado por voces y alucinaciones. Pero recién después de un grave incidente los médicos le diagnostican esquizofrenia. Ahora Adam tiene 16 años y –con el apoyo de su madre y el marido de ella, Paul- comienza un tratamiento clínico con una droga experimental. Lentamente, las cosas parecen mejorar. Las alucinaciones todavía lo acompañan pero él puede delinear lo que es real y lo que no, y eso hace la diferencia.El diario que lleva Adam durante la prueba transporta a los lectores a la mente de un inteligente e ingenioso joven que experimenta y disfruta en silencio los avances de esta “droga milagrosa”. De repente todo parece posible, hasta el amor. Adam se enamora, hace nuevos amigos y es aceptado en el Equipo Académico. Hasta que el tratamiento empieza a fallar…En un debut brillante, sincero e inesperadamente divertido, Julia Walton crea una tensa historia psicológica con un protagonista al que lector acompañará desde la primera página.
¡Muchas gracias Numeral por el ejemplar!
RESEÑA
Adam tiene 16 años y padece esquizofrenia. Desde su primer
diagnóstico ha desfilado por una cantidad innumerable de especialistas, pero
recién ahora se asoma la posibilidad de mejorar considerablemente su calidad de
vida.
Junto con este nuevo tratamiento a base de ToZaPrex —un
fármaco que promete resultados efectivos—, Adam comienza las clases en una
nueva escuela, y de a poco puede soñar con llevar una vida normal. Santa Ágata
es un colegio católico, y aunque la religión no sea algo importante para Adam,
allí nadie más que los directivos y maestros conocen su condición.
Adam deja todo en manos del nuevo medicamento, se relaja, y se
permite conocer nuevos amigos, participar de las actividades escolares, y hasta
enamorarse. Pero como toda droga experimental, el ToZaPrex puede tener sus
fallas.
“Es difícil permitir que alguien conozca los oscuros recovecos de uno,
pero, con el tiempo, no queda otra opción más que desear que así sea, porque
aquel es el comienzo de todo.”
Creo que todos estaremos de
acuerdo en que hay muy pocos libros juveniles que traten temáticas de salud
mental, y estoy segura de que son incluso menos los que yo he tenido el gusto
de leer. Cuando Mensajes en las paredes del baño llegó a las librerías
argentinas, y numerosas reseñas positivas llenaron las redes sociales, mis
ansias por leer este libro aumentaron sobre manera.
Y tengo que decir que lo que me
pasó cuando finalmente tuve la oportunidad de leer este libro fue bastante
extraño. Por un lado, me sentí algo decepcionada, ya que lo acomodé en mi
calendario de lecturas teniendo en cuenta algunas opiniones que lo catalogaban
como un libro súper rápido de leer, y a mí no me resultó así. Pero por el otro
lado, quedé fascinada con el tratamiento que se le da a la enfermedad del
protagonista.
Voy a empezar haciendo referencia
a esta pequeña “decepción” para olvidárnosla rápido, y después pasar a todas las
cosas buenas que tengo para decir. Al ser un libro de apenas 250 páginas, y
tras haberme topado con muchos comentarios acerca de lo rápido que se leía,
esperaba poder terminar Mensajes en las paredes del baño en un máximo de 2
días, y utilizarlo como un “soplo de aire fresco” entre dos lecturas pesadas.
Esto no me resultó así, y perdí un poco el ritmo que venía llevando con las
lecturas de enero.
Sin embargo, quitando esta insignificante
frustración en mi plan, el hecho de que no pudiera leer este libro tan
fácilmente no tiene por qué ser algo completamente malo, y estoy convencida de
que tuvo todo que ver con la intención de la autora. Como ya dije, tiene muy
poquitas páginas, y aunque no posee muchos acontecimientos o diálogos, está
narrado en forma de diario, y eso fue para mí lo que lo hizo tan especial.
El “diálogo” de Adam con su
terapeuta a través del diario me pareció una apuesta muy inteligente. En él,
Adam no solo se dedica a responder las preguntas que no se siente capaz de expresar
verbalmente, sino que además cuenta todos aquellos hechos que considera relevantes,
y deja escapar sus pensamientos más oscuros. Muchas veces, esas ideas y
pensamientos resultaron tan abrumadores que me sentí en la necesidad de
detenerme y leerlos con más conciencia.
Me pareció que la autora trató
con muchísimo respeto el tema de la esquizofrenia, aun cuando su protagonista
tiene un humor ácido y algo morboso. La forma en la que Adam encuentra siempre
una manera de aligerar su situación, sin poder evitar poner toda su fe en que
el nuevo medicamento funcione, me resultó de lo más conmovedora.
También me gustó mucho la manera
en la que se introdujo el tema de la religión en las escuelas, y cómo las
acciones de los demás influían en la enfermedad de Adam, y viceversa.
Mensajes en las paredes del baño
es un libro crudo y realista, y de algún modo esperanzador, que no pueden dejar
pasar si están interesados en el tema.
Yo le di 3.5 plumitas.
SOBRE LA AUTORA
Julia Walton obtuvo una Maestria en Escritura Creativa por la Universidad de Chapman. Cuando no esta horneando galletas o leyendo, disfruta de su amor por las golosinas, los lapices mecanicos y los desayunos abundantes al estilo hobbit. Julia vive en Huntington Beach, California, con su esposo y su hija. Pueden seguirla en Twitter a traves de @JWaltonwrites.
¡Hola!
ResponderEliminarLa verdad que parece que pocos libros juveniles tratan estos temas. Parece interesante, nunca hemos leído algo así.
Saludos :)
¡Hooola! A mi también me encantaría leer más libros juveniles que traten este tipo de temas. Mensajes en las paredes del baño me gustó, sobre todo porque me hizo reír muchísimo, cosa que casi ningún libro lo logra (y le puse ese mismo puntaje jajajaj).
ResponderEliminar¡Un beso enorme y muy linda reseña!