Autor: Kerri Maniscalco
Editorial: Puck
Fechas de Publicación: Noviembre de 2019 (Argentina)
Goodreads Tematika Cúspide
Sinopsis: Tras el dolor y el horror que le ha causado descubrir la verdadera identidad de Jack el Destripador, Audrey Rose Wadsworth no tiene otra opción más que huir de Londres y de sus recuerdos junto con el arrogante y encantador Thomas Cresswell.Rose viaja al corazón oscuro de Rumania, hogar de una de las mejores escuelas de medicina forense de Europa... y de otro asesino de renombre: Vlad el Empalador, cuya sed de sangre se convirtió en leyenda.Pero el sueño de la vida de Rose, pronto se ve frustrado por los sangrientos descubrimientos en los pasillos del imponente castillo de la escuela, y se ve obligada a investigar asesinatos que le resultan extrañamente familiares. Quizás, lo que encuentre despierte sus temores más profundos.
¡Muchas gracias Puck por el ejemplar!
RESEÑA
**Advertencia: Esta reseña puede contener spoilers del primer libro de la saga**
A pesar de los terribles
acontecimientos que han tenido lugar recientemente en la vida de Audrey Rose
Wadsworth, es imposible negar su inmensa satisfacción al por fin haber logrado
que su padre aceptara sus deseos de convertirse en una médica forense.
Como parte de una decisión que
todavía parece un sueño, Audrey Rose viaja —junto a su compañero y amigo,
Thomas Cresswell— al corazón de Rumania para estudiar en la prestigiosa Academia
de Medicina y Ciencias Forenses, situada nada más ni nada menos que en el
Castillo de Bran, el mismísimo hogar de una de las leyendas más populares: el
infame Príncipe Drácula.
Pero aunque ciertamente esperaban toparse con algunos cuerpos sin vida en esta nueva
aventura, ninguno de los dos imaginaba que encontrarían al primero de ellos apenas transitando el camino de ida. Tras aquel asesinato en el Expreso del Oriente, Audrey Rose y Thomas descubrirán que no se trata del único homicidio en una serie de ataques que emulan —y hacen que
los más supersticiosos lo crean fervientemente— el regreso del famoso Vlad, el
Empalador.
De esta forma, nuestros protagonistas no solamente
tendrán que ganarse su lugar en la renombrada academia en la que tienen
planeado continuar sus estudios, sino que además no podrán evitar verse involucrados
en una investigación que, sin duda, pondrá a prueba la fe ciega de Audrey Rose en la ciencia.
“Los humanos eran los verdaderos
monstruos y villanos. Eran más reales de lo que cualquier novela o fantasía
podían inventar.”
Siento que ya dije muchas veces
el famoso “les presento otro de mis libros favoritos del año”, pero es que…
¡Tremendas lecturas tuve este año! Y mejor no hablar del 2019 que está teniendo
Puck como sello editorial, porque no es ninguna casualidad que la mayor parte
de estos libros, que me tuvieron fangirleando como loca, vengan de parte de ellos
(los quiero, no se calmen nunca).
Ahora —antes de empezar con la
reseña propiamente dicha—, aquí va un pequeño disclaimer. Seguramente alguna
vez les habrá pasado que leyeron un libro y decidieron que se merecía las 5 estrellitas
como mayor puntuación. Sin embargo, después inevitablemente terminan comparándolo con
otro (en este caso su secuela), y se dan cuenta de que quizás deberían bajarle
un poquito el puntaje, porque lo que acaban de leer es mil veces mejor.
Justamente eso es lo que me pasó
con A la caza del príncipe Drácula. A pesar de que el primer
libro me terminó gustando mucho, tengo que ponerme una mano en el corazón y decirles que esta “continuación”
es sinceramente espectacular. Así que si están leyendo esta reseña, todavía
indecisos de si continuar o no con las aventuras de Audrey Rose, mi
recomendación es: Sí. Definitivamente sí. Háganlo, no se van a arrepentir.
Ahora sí, pasando a la reseña propiamente dicha, al igual que lo hice con A la
caza de Jack el destripador, destaco la pluma de la autora, la cual volvió a
sentirse súper ligera a pesar de los detalles y la gran cantidad de contenido
histórico. Una vez más, y aun cuando Kerri Maniscalco se toma sus licencias
—que nuevamente detalla en la nota de autor, para calmar a los quisquillosos
amantes de la precisión cuando de historia se trata—, el contexto le juega
completamente a favor.
Si bien al principio creí que
tener un poco de conocimiento acerca de la historia de Vlad Dracul (gracias a
mi querida Kiersten White) iba a darme una mano extra para entender algunas
cosas, lo cierto es que —quitando el hecho de que pegué grititos de emoción cada vez que
leía los nombres Radu, Daciana o Nicolae— pronto me di cuenta que tenía que
dejar de intentar encontrarle la vuelta, nada más ni nada menos que porque los
hechos que la autora narra en esta novela ocurren varios
cientos de años después de la muerte del Príncipe Vlad. Y aunque los asesinatos
ocurridos emulan las formas de El Empalador, y los más creyentes continúan
firmes en que se trata de un ser inmortal que ha regresado buscando venganza,
realmente es imposible que este Radu, esta Daciana, o este Nicolae tengan algo
que ver con los que fueron parte de la historia rumana. Como es costumbre en casi todas las culturas, simplemente
se volvieron nombres populares.
Como les conté en la reseña del
primer libro, al leer sobre Jack el destripador, fui bastante meticulosa
respecto a las pistas, dado que no iba a aceptar de ninguna forma que el asesino
terminara siendo Thomas Cresswell. No estoy segura de si fue porque la lectura de esta
secuela me encontró más relajada en ese aspecto, o por la gran cantidad de
sospechosos y pistas “falsas”, pero el desenlace me tomó completamente por
sorpresa. Es más, creo que tiene un giro especial respecto de algunas frases
(no diré cuales para no arruinarlo), que me pareció sencillamente espectacular.
Eso, sumado a una mayor cantidad
de escenas de acción —o “terroríficas”— y la evolución de los personajes y sus
relaciones (ejemm #Cressworth ❤) hizo que disfrutara muchísimo más de este
segundo libro, que me la pasara gritando, y que se fuera directo a mi lista de
favoritos.
Resumiendo, está más que recomendado, necesito el
próximo con urgencia, y si pudiera le daría todas las estrellas del universo.
SOBRE LA AUTORA
Kerri Maniscalco creció en una casa semiembrujada en las afueras de la ciudad de Nueva York, donde comenzó su fascinación por los ambientes góticos. En su tiempo libre, lee todo lo que llega a sus manos, cocina toda clase de comidas con su familia y amigos y bebe demasiado té mientras debate los detalles más complejos de la vida con sus gatos.«A la caza de Jack el Destripador» es su novela debut, en la que mezcla su amor por la ciencia forense y las historias inconclusas.
Hola Meli!! Ya muero por leerlo. Sabía que el primero te iba a gustar porque no sé por qué Thomas me hace acordar muuucho a Thorne xD encima Carswell y Cresswell es parecido jajajaja. Me diste mucho hype por continuar la saga. No sabia que era una continuacion directa con los mismos personajes.. ya que como se podian leer por separado pensé que tendrían un papel mínimo. Así que ahora estoy mas entusiasmada. Ojalá también me sorprenda pero igual disfruto de sacar pistas y teorías.
ResponderEliminarBesos