Título: En La Oscuridad Resplandecen Las Estrellas (En La Oscuridad Resplandecen Las Estrellas #1)
Autor: Diana Peterfreund
Editorial: Océano
Fecha de Lanzamiento: Septiembre de 2015 (Argentina)
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Sinopsis: Han pasado generaciones desde que el experimento genético que tenía que transformar la tierra fracasó y devastó a la humanidad generando una sociedad de nobles luditas que someten a los post-reduccionistas y los utilizan como sirvientes. Elliot North es una ludita disciplinada que dirige la finca de su padre. Cuando Kai, su sirviente y primer amor, le pide fugarse con él, ella lo rechaza, pero se arrepiente durante años. Ahora Kai ha vuelto y Elliot tiene una segunda oportunidad, pero sabe que eso significaría traicionar todo lo que le enseñaron a creer.¡Muchas gracias, Editorial Océano por el ejemplar!
RESEÑA
En La Oscuridad Resplandecen Las
Estrellas es el primer libro de una (hasta ahora, y espero que haya más)
bilogía de retellings basados en clásicos de la literatura, que son llevados a
la esfera distópica gracias a la impresionante cabecita de Diana Peterfreund.
Esta primera entrega tiene como
base la historia de Persuasión de Jane Austen, la cual no leí (shame on me), y tampoco
creo que sea necesaria leer para adentrarse en este retelling. Sobre todo —y
acá es cuando los amantes de Austen me asesinan mentalmente— si ya han leído algún
otro de sus libros.
Quizás lo hayan notado, quizás
no, pero cada vez que comienzo una reseña con otra cosa que no sea un breve
resumen, o una especie de “segunda sinopsis”, es porque el universo creado por
el autor me voló tanto la cabeza que necesito otra forma de expresarlo,
dándoles más información de la que estoy acostumbrada debido a mi propia “extrema
sensibilidad” hacia los spoilers. El entorno distópico creado por Diana es tan
original y rico en detalles que merece ser explicado, y eso es lo que voy a
intentar hacer.
La trama de la historia nos pone
ante nuestros ojos una sociedad post-apocalíptica o post-guerra en la que la
humanidad ha sufrido lo que se conoce como la Reducción. ¿Qué es esto? Bueno,
todos somos conscientes de que vivimos en la era de la tecnología, y que cada
día son más los avances científicos y tecnológicos que (aunque no nos demos
cuenta) nos permiten hacer cosas que muchos pero muchos años atrás eran impensadas:
curar algunas enfermedades, prevenir otras, perfeccionar nuestra salud, crear
nuevos alimentos y sustancias, y hasta hacer cosas triviales como cirugías estéticas
(algunas de lo más estrafalarias), o disponer de las mejores tecnologías en
cuanto a comunicación, transporte y entretenimiento.
Diana Peterfreund nos presenta un
mundo donde todos esos avances han desatado la furia del creador, quien optó
por castigar a aquellos hombres que decidieron jugar a ser dioses,
convirtiéndolos así en Reducidos: personas con escasas capacidades mentales y
muchas limitaciones, hombres y mujeres que solo se comunican a través de signos
o monosílabos, y que únicamente pueden seguir órdenes muy sencillas. Personas
que simplemente se vieron privadas del privilegio de nacer a imagen y semejanza
de Dios.
Así las cosas, la sociedad quedó
divida entre los Reducidos y los Luditas, es decir, aquellas personas que no se
sometieron a estos procedimientos tecnológicos, y que se negaron a tener
absolutamente nada que ver con las mejoras que habían llevado a tantos seres
humanos a la Reducción.
"No podían jugar a ser Dios, o terminarían siendo menos de lo que se suponía que los humanos debían ser. Terminarían reducidos."
Luego de la Guerra de los
Perdidos, el mundo como se conocía antes de la Reducción quedó completamente destruido,
y los sobrevivientes se concentraron solamente en un grupo de islas donde
intentaron recomponer sus vidas. Los Luditas, debido a sus capacidades
superiores, y guiando sus acciones en la firme convicción de que toda tecnología
debía ser repudiada para no volver a cometer los mismos errores que los habían
llevado hasta allí, se dedicaron a formar haciendas y a tomar bajo sus alas a Reducidos,
a quienes pusieron a trabajar la tierra o a realizar todo tipo de tareas con el
objetivo de mantener vivas sus propiedades, a cambio de vivienda y protección.
Sin embargo, no todos los Luditas
se dedicaban a velar por los intereses de los Reducidos que trabajaban en sus
haciendas, y comenzaron a sentirse amenazados tras la aparición de una nueva
generación de Reducidos (Hijos de la Reducción o Postreduccionistas), quienes
no padecían la “enfermedad”, y que eran igual o más capaces que aquellos que se
habían propuesto protegerlos.
En este contexto conocemos a
Elliot North, una Ludita inteligente y trabajadora, que tras la muerte de su
madre se carga al hombro la hacienda North, aunque todo el resto del mundo crea
que su padre es quien se encuentra al mando. Elliot es dedicada y una de las
pocas Luditas que realmente se preocupa por los trabajares Reducidos y Posts
que se encuentran en su propiedad. Su personaje me gustó muchísimo, porque es
fuerte y decidido, y para nada una “chica bien”. Sus acciones se encuentran
movidas por el bien de todos en la hacienda, se ensucia las manos trabajando, y
hasta su mejor amiga es una Reducida.
A estas alturas ustedes se
preguntarán: ¿Qué tiene que ver Persuasión con todo esto? Como les dije, no soy
exactamente la persona adecuada para hablarles del tema porque no he leído el
libro en cuestión, y no tengo idea de si alguna de las cosas que ya mencioné poseen
si quiera el más mínimo parecido con algún elemento del clásico, aunque estoy
casi segura que no. Sin embargo, sabiendo lo poco que sé sobre la trama de
Persuasión, puedo decirles que lo que conecta En La Oscuridad Resplandecen Las
Estrellas con el libro de Jane Austen es el romance.
Si bien la historia está ubicada
en un tiempo en el que Elliot North se encuentra haciendo todo lo que está a su
alcance para salvar la hacienda que poco a poco (y como consecuencia de la ineptitud
y la falta de interés de su padre) se está viniendo abajo, la autora nos introduce
varios aspectos de su pasado a través de una serie de cartas en donde Elliot
mantenía largas conversaciones con un amigo de la infancia.
Kai es un Post de la hacienda
North con quien Elliot entabla una amistad desde muy pequeña. Obviamente, los
padres de la chica no veían muy bien el hecho de que ella se relacionara tanto
con alguien “inferior”, por lo que estos dos amigos idean un sistema de
intercambio de correspondencia, dejándose aviones de papel en una rendija en la
puerta del establo. A través de esas cartas los chicos hablan de todo y, a
medida que pasan los años, esas conversaciones se vuelven más profundas y
maduras, hasta que los lectores pueden ver claramente que lo que hay entre
ellos es más que una simple amistad.
"Y desde que Kai se había marchado, Elliot había estado sintiendo su pérdida. Él había crecido sin ella, pero Elliot... sólo se había marchitado."
Cuando el padre de Kai fallece y
él siente que no puede prosperar en la hacienda North, decide irse y le pide a
Elliot que se vaya con él. Ella rechaza su oferta porque considera que todos en
la hacienda dependen de ella, y no se siente capacitada para dejar a un lado
sus responsabilidades e irse con el hombre que ama.
Cuatro años más tarde, Kai
regresa como un hombre nuevo, uno que no se parece en nada a lo que Elliot
recuerda, y que sin embargo sigue siendo el mismo hombre que ella pasó cuatro
años de su vida extrañando. Kai está
lleno de resentimientos; la vida como Post libre lo ha convertido en alguien “superior”,
alguien que no cree en la vida como Elliot la conoce y que, por esa razón, ha construido
un muro para separarse de la que antes fue su mejor amiga, su gran amor.
Habiendo leído Orgullo y
Prejuicio, noté enseguida la influencia Austeniana (? en la historia de Diana.
Y esa influencia fue la que, para mi gusto (de nuevo, no me maten), le terminó
restando puntos a la historia. Fue muy extraño. Por un lado, era súper
consciente de que lo que tenía ante mí era una distopía, pero por el otro, todo
el tiempo me sentía como que estaba leyendo una novela de época, un romance
histórico, un clásico. Todo esto de que los Luditas aborrecieran las
tecnologías y adoptaran un modo de vida austero, seguramente ayudó a crear esa
sensación. Pero no importaba cuánto lo intentara, la distopía me quedaba
totalmente desdibujada.
Y acá es donde creo que se
encuentra la consistencia del reteling. El ambiente “de época”, sumado a los
diálogos inteligentes y al constante tira y afloje/ amor-odio de los protagonistas
digno de Elizabeth y Mr. Darcy (ya sé que estoy mezclando historias, pero
recuerden que no leí Persuasión), hace que la presencia de Austen sea
completamente notoria.
No me malentiendan, esto no me pareció
algo malo. De hecho, me encantó poder notar que, aunque era una historia
completamente nueva, no se alejaba demasiado de “las bases”. Simplemente estoy
recalcando la presencia de Austen para poder mencionar la única cosa que no me
terminó de convencer, y es la siguiente.
A pesar que durante todo el libro
conocemos de la relación entre Kai y Elliot a través de sus cartas, y el amor
entre ellos traspasa el papel, el final se me hizo completamente apresurado. El
“odio” en el presente de los personajes es tan marcado, Kai se porta tan pero
tan mal con Elliot, que aunque al final le abre su corazón y podemos leer una de
las cartas más lindas, esas pocas páginas no me alcanzaron para borrar todo lo
que ya había leído; de la misma manera que la decisión de Elliot y la última
escena me dejaron con ganas de un epílogo que desarrollara un poco más ese final.
El quid de la cuestión es que no
le echo la culpa de esto a Diana, sino a Austen. Porque también me pasó con
Orgullo y Prejuicio, y porque estoy segura de que también me va a pasar si leo
Persuasión. Quizás sea por la época, pero si estoy leyendo un romance los
finales abiertos, o “mínimamente abiertos” no van conmigo. En especial me
molestó una cosa dentro de este tema, pero no puedo decírselos porque los
estaría spoileando más de lo que quizás ya lo hice si tienen, como yo, la
barrera del spoiler demasiado baja.
"Todavía quería al hombre que se hacía llamar Malakai Wentforth. Eso lo sabía. Pero no importaba, lo mismo que no había importado cuatro años atrás. Por aquel entonces, Elliot había decidido quedarse. Lo cual no significaba que no sintiera curiosidad. Lo cual no significaba quisiera plantarse en el borde del acantilado y extender los brazos hacia el mar, hacia un mundo que no tenía permitido conocer."
Aun así, En La Oscuridad Resplandecen
Las Estrellas es un libro que me gustó muchísimo, con personajes fuertes que
cuentan una historia de supervivencia y amor en un universo increíblemente bien
creado.
Se los recomiendo muchísimo, y me animo a adelantarles que el segundo libro es aún mejor. Yo
le di 4 plumitas.
SOBRE LA AUTORA
Diana Peterfreund ha sido diseñadora de moda, modelo, y crítico gastronómico. También ha sido correctora de estilo, camarera, y telefonista en una compañía de seguros, pero eso no es tan glamuroso…
Sus viajes la han llevado desde los bosques nubosos de Costa Rica a las cavernas subterráneas de Nueva Zelanda (y por lo que a ella respecta, sólo acaba de empezar).
Diana se graduó de la universidad de Yale en 2001 en literatura y geología, carreras que según su familia sólo le servirían para escribir libros sobre rocas. Ahora, esta chica de Florida vive con su esposo, su hija y su perro en Washington DC, y ya ha publicado ocho novelas, varios cuentos y diversos ensayos de no ficción sobre literatura popular infantil.
Casi casi me das ganas de leerlo... casi casi xD
ResponderEliminarExcelente reseña Melunchis!! Y tremendamente larga, estabas re inspirada!
Besotes
¡Hola Mel!
ResponderEliminarMe encantó la reseña :) No conocía esta bilogía pero me atrapó desde la sinopsis y con tu reseña me dieron más ganas de leerla.
Saludos