Autor: Brigid Kemmerer
Editorial: Puck
Sinopsis: Condenado por la maldición de una poderosa hechicera a repetir el otoño de sus dieciocho años, el príncipe Rhen, heredero del trono de Emberfall, pensó que sería fácil salvarse si todo lo que hacía falta era que una chica se enamorara de él. Pero eso fue antes de que se transformara en una bestia despiadada sedienta de destrucción. Antes de que arrasara con el castillo, destrozara a su familia y acabara con toda la esperanza.
Para Harper, Nunca nada ha sido fácil. Abandonada por su padre, con su madre agonizante y un hermano que la subestima constantemente debido a su parálisis cerebral, Harper tuvo que aprender a ser fuerte para sobrevivir. Cuando intenta salvar a una extraña en las calles de Washington DC, termina siendo arrastrada a un mundo mágico.
Deben romper la maldición para salvar al reino.
Harper no sabe dónde está ni qué creer. ¿Un príncipe? ¿Una maldición? ¿Un monstruo? Al pasar tiempo con Rhen en esta tierra encantada, comienza a comprender qué es lo que está en juego. Y cuando Rhen se da cuenta de que Harper no es solo otra chica que conquistar, la esperanza vuelve a inundarlo. Pero fuerzas poderosas se ciernen sobre Emberfall… y hará falta más que una maldición rota para salvar a Harper, Rhen y su pueblo de la completa ruina.
¡Muchas gracias Puck por el ejemplar!
RESEÑA
El reino de Emberfall se
encuentra viviendo una pesadilla. Cada tanto, una bestia sedienta de sangre
acecha a un pueblo que se siente olvidado por la familia real, los que —se
cree— han huido para salvar sus propios pellejos de la destrucción que la
criatura deja a su paso.
Lo que nadie sabe es que la
bestia no es más que Rhen, el príncipe heredero, quien ha sido maldecido por
una poderosa hechicera y condenado a repetir para siempre la estación de su
cumpleaños número dieciocho, la cual culmina con la inevitable transformación
que le roba cuerpo y alma, convirtiéndolo en un animal despiadado y sin
conciencia de sus actos.
El único requisito que el
príncipe necesita para romper esta horrible maldición es que una chica se enamore completa y perdidamente de él. Sin embargo, a pesar de ser apuesto y tener un enorme
castillo que deja embelesadas a la mayoría de sus pretendientes, el final de
cada estación termina haciendo añicos todas y cada una de sus posibilidades.
La llegada de Harper toma a Rhen
por sorpresa. Luego de apenas unos minutos junto a ella, el príncipe se da
cuenta que no se parece en nada a las más de trescientas mujeres que intentaron romper la maldición. Harper tiene
sus propios problemas, y es más que seguro que no va a quedarse sentada en una
lujosa habitación sin hacer nada.
Cuando la malvada hechicera le informa a
Rhen que ésta será su última oportunidad de terminar con el horror que le toca vivir cada estación, él comienza a
rendirse en lo que a su vida respecta, y a —inspirado por la
fortaleza y determinación de su nueva huésped— concentrar toda su atención en
intentar arreglar las cosas para el bien su pueblo.
Pero Emberfall está en la ruina,
perdido sin sus gobernantes, y sufriendo amenazas inminentes de una invasión.
Si Rhen quiere hacer lo mejor para sus súbditos, tendrá que tomar decisiones que en
cualquier otra circunstancia le hubieran parecido un disparate.
Con la ayuda de
Harper y —su único acompañante— el comandante Grey, el príncipe heredero hará
todo lo que se encuentra a su alcance para salvar a su reino, y tal vez, con un poco de
suerte, romper la maldición en el camino.
“Solo digo que sin importar cuánto intento planear el medio para un
fin, el destino no deja de repartir cartas nuevas.”
Damas y caballeros, niños, niñas,
niñes, perros y gatos de todas las razas y tamaños, lectores de de esta bella comunidad, les presento —sin más preámbulo— uno de mis libros favoritos del año. **aplausos**
Desde que la autora anunció su
publicación, y aún más después de haber visto las excelentes críticas de los lectores
españoles (quienes pudieron disfrutarlo algunos meses antes que nosotros), mis
ganas de leerlo no pararon de crecer, y el libro hasta se convirtió en uno de mis más esperados del año.
Como podrán haber notado, se
trata de un nuevo retelling del clásico de La Bella y la Bestia, aunque tras
haber leído el libro en su totalidad, es fácil darse cuenta de que Brigid Kemmerer
decidió tomar solamente algunos elementos de la popular historia, creando un mundo a la
medida de sus necesidades y con una originalidad propia que puede llegar a
sorprender.
No voy a mentirles, las
comparaciones con cierto primer libro de una saga muy conocida entre los que disfrutan de la literatura juvenil (el cual no voy a mencionar para no generar ningún
tipo de polémica) son inevitables. Pero, en mi caso, por suerte, estas
comparaciones me jugaron completamente a favor. Y es que —tal vez lo sepan o
tal vez no— ese libro que todo el mundo ama no terminó de convencerme en lo
absoluto (eso sin contar el hecho de que me spoileé el resto de la saga y
decidí abandonarla), y encontré en Una maldición oscura y solitaria todas aquellas cosas que me hubiesen gustado que estuvieran igual de bien desarrolladas en
esa otra historia a la que hago referencia.
Por empezar, la protagonista es
increíble. Harper es fuerte, determinada, cabeza dura, adorable, comprometida, y muy fácil de querer.
Seguramente muchos de ustedes no lo sepan, pero yo tengo
exactamente la misma condición que Harper. Al igual que ella, nací con una parálisis
cerebral que afectó mis funciones motoras, y por lo tanto —de forma similar a
la que la autora eligió para su protagonista— cuento con algunas dificultades a
la hora de caminar.
Lo que más me gustó de esta
elección es que, tal y como lo dice Brigid en la nota de autor, la condición de
Harper no la define, y en ningún momento es un impedimento. De ningún tipo. No influye en la percepción que
tienen los personajes sobre ella (sin contar a su hermano, quien solamente la
sobrepotege hasta notar de lo que es capaz), ni mucho menos en su determinación para llevar adelante todas y cada una de las cosas
que se propone.
De todas formas, créanme cuando
les digo que ni el hecho de sentirme representada por primera vez en un libro,
ni el de haber amado por completo la manera en la que la autora abordó la
enfermedad de Harper, sumó o restó algo a la extrema adoración que terminé
teniendo por este libro.
Aun así, me parece importante pedirles que, por favor,
antes de sacar conclusiones entre lo que Brigid Kemmerer describe sobre la parálisis
cerebral de Harper y lo que ustedes creen saber acerca de dicha condición, presten atención a
los detalles, lean la nota de la autora, investiguen si les interesa, o no
duden en hacerme cualquier tipo de pregunta en cualquiera de mis redes
sociales. Les aseguro que la mayoría tiene una idea errónea y bastante impuesta
de lo que conlleva esta enfermedad.
Ahora sí, pasando a lo que
realmente importa, la trama que la autora eligió para su versión de la historia
me pareció espectacular. Los elementos en común con el cuento clásico son pocos
pero marcados, y el libro no solo se concentra en la maldición y la
desesperación del príncipe para lograr que la doncella se enamore de él —y así romperla
de una vez por todas—, sino que cuenta con una inclinación política y
social muy interesante, además de muchísima más magia que en la versión popular.
Rhen se ganó mi corazón para
siempre, y los personajes secundarios también son geniales. Dos de ellos
merecen especial mención. Por un lado, Lilith, la malvada hechicera, a quien
—una vez más, alejándonos de lo que todo el mundo ya conoce— vemos presente durante
toda la historia y que realmente se hace odiar. Y por el otro, Grey, el
comandante de un ejército que ya no existe, y único compañero de Rhen en todas
y cada una de las estaciones que ha durado la maldición. Podría contarles más
cosas sobre él —y les aseguro que tengo para rato— pero sería entrar en el
terreno de los spoilers, así que voy a dejar que se enamoren del Comandante por
su propia cuenta.
Por último, el giro final, y la
razón por la que va a haber más libros en la saga, me pareció sumamente genial,
aunque mentiría si dijera que me tomó por sorpresa. Al haberlo leído al mismo
tiempo que una de mis amigas, eso nos dio la oportunidad para conversar y
teorizar, y más o menos descubrimos las intenciones de la autora antes de que ésta lo revelara con todas las letras.
Solo me resta desear que la
historia no tome un rumbo que no me va a dejar del todo contenta si finalmente sucede, y
que el segundo libro salga pronto, porque estoy segura que me voy a morir de la intriga.
¿Lo recomiendo? Creo que quedó
claro. 5 plumitas.
Brigid Kemmerer es la autora de la novela realista Cartas a los perdidos; pero también ha escrito otras novelas, como el new adult Thicker Than Water y la serie nominada a los YALSA, Elemental, compuesta por cinco novelas y tres historias cortas, que Kirkus Reviews catalogó como "un romance paranormal sorprendentemente humano" y que School Library Journal describió como "un nuevo giro en el género paranormal". Kemmerer vive en Baltimore Area con su esposo y sus cuatro hijos.
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