Autor: Leah Konen
Editorial: VR YA
Fechas de Publicación: Junio de 2019 (Argentina)
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Sinopsis: Un viaje en tren. Dos extraños. Noah es un romántico empedernido que regresa a casa para recuperar a su primer amor, ese que dejó atrás al marcharse a la universidad. Ammy no cree en el amor, y sus padres son la prueba viviente de que no existe. Está escapando de una madre que no le presta atención, hacia lo de un padre que probablemente no lo quiere. Una noche de invierno, Ammy y Noah se encuentran en el mismo tren con destino a Nueva York. Cuando el vehículo se averia en medio de una tormenta, a los chicos no les queda más remedio que intentar llegar a su destino juntos, en el que se convertirá en el viaje de sus vidas.¿Pueden veinticuatro horas cambiar todo lo que creen sobre el amor?
¡Muchas gracias VR YA por el ejemplar!
RESEÑA
Ammy no espera que este viaje en
tren resulte la experiencia única y romántica de la que muchos hablan. De hecho, ella no podría encontrarse en un
peor momento. Casi sin pensarlo, ha decidido abandonar a su madre y su
inquietante trastorno de ansiedad, para asistir al compromiso de su padre,
quien desea volver a casarse. Ammy cree que está traicionando a su madre, pero
lo cierto es que —en el fondo— sus ganas de conocer a la que, tal vez, puede
llegar a convertirse en su nueva familia, son incluso más fuertes.
Noah está en su primer año de
Universidad, y aunque disfruta de estudiar Literatura Comparativa, se ha pasado
los últimos meses arrepintiéndose de haber dejado a su ex novia. Pero, por
suerte, tiene un plan. Irá a verla justo en el aniversario de su primera cita,
le regalará flores, y la llevará al restaurante que siempre quiso visitar.
El problema es que el tren en el
que Ammy y Noah se dirigen a sus destinos, decide averiarse en el momento menos
indicado. Como buenos compañeros de asiento, con misiones imposibles de dejar
pasar, ambos deciden hacer la cosa más loca: llegar a tiempo, y por sus propios
medios.
Tal vez no sea tan fácil como
ellos creen.
“Ese es el problema con las aventuras. Probablemente abren más puertas
y más posibilidades de las que deberían.”
Si me dieran un dólar por cada
vez que admito que estos libros son mi completa y total debilidad, a estas alturas
probablemente ya sería millonaria.
No solamente disfruto un montón porque los
leo rapidísimo (este me duró apenas un día y medio), sino que además no puedo evitar
sonreír como una boba y verme de lo más parecida al emoji de la carita con
corazones en los ojos ---> 😍
Simplemente con leer la sinopsis,
cualquier lector puede darse cuenta que la trama es bastante similar a
muchas otras cosas con las que nos hemos encontrado en libros y películas. Sin
embargo, la dinámica entre los protagonistas es tan adorable y genial, que a quienes
—como yo— disfrutan de este tipo de historias, les va a costar soltarla.
Algo que me gustó
particularmente, además del combo espectacular que forman Ammy y Noah, fue la
ambientación. Adoro el invierno, y la sola idea de la nieve, el hielo, los
abrigos, y la necesidad de refugiarse para tomar algo caliente, me transmite
una sensación que resulta de lo más propicia para acompañar las aventuras de
este par.
No quiero hablarles mucho del pequeño
giro que tiene la trama, pero sí pueden saber que, por un momento, me enojé
muchísimo y quise tirar el libro por la ventana. Pero después, pensando en que
sino tal vez todo hubiera sido demasiado perfecto, sentí que el detalle le dio un toque de realidad a todo lo que estaba ocurriendo.
Y a pesar de que me hubiese
gustado que —ya que dobló por ese camino— la autora desarrollara un poco más
esa idea y no le diera un cierre tan rápido, mi lado menos objetivo me prohíbe terminantemente
bajarle el puntaje a esta hermosa historia.
Yo le di 5 plumitas, y se las
recomiendo si tienen ganas de suspirar un rato.
SOBRE LA AUTORA
Leah Konen creció en un pueblito agrícola en Washington, el que apenas había dos semáforos, y luego se mudó a un suburbio en Carolina del Norte, en donde hay mucho té dulce y, definitivamente, más semáforos. Después de estudiar allí Periodismo, se marchó a Nueva York para perseguir su sueño de ser escritora.Cuando no está escribiendo, disfruta de devorar libros, malcriar a su perro, Farley, andar en bici por Brooklyn, escuchar música en vivo y mirar TV.
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