Con la Sangre en el Colmillo

Con el estreno de la película de Vampire Academy a la vuelta de la esquina, me pareció oportuno tocar uno de los temas que, nosotros los lectores, o bien amamos, o bien buscamos evitar a la hora de elegir un nuevo libro que leer.

Vampiros: ¿Lo más o lo menos?

Mis primeros pasos en el mundo de los chupasangre se dieron, tal vez al igual que muchos de ustedes, con la saga Twilight (Crepúsculo). Sí, tengo que admitirlo. Eso y el hecho de que el ambiente creado por Meyer era bastante bueno para mí, hasta que decidieron hacer su adaptación al cine. Detesté el cast desde un primer momento. Luego le siguió el fiasco (en mi opinión) de Amanecer (libro), y todo se fue por el caño. También tengo que decir que no era una gran lectora por aquellas épocas, por lo que cuando tuve la oportunidad de adentrarme más en la lectura de otros libros y géneros, descubrí las grandes fallas de la autora. Pero eso no viene al caso. Después de todo, es cuestión de gustos.

Tras el boom de Twilight, la oferta de vampiros en el mercado literario aumentó considerablemente, haciéndome un poco reacia a elegir libros de ese tipo para leer. Ahora es cuando me arrepiento, tal vez no tendría que haberlos encasillado (más adelante van a enterarse por qué).

Lo siguiente que leí fue Vampire Diaries (Crónicas Vampíricas), aunque no sé si cuenta haber leído sólo dos de los libros de la saga. Empecé a ver la adaptación a la pantalla chica porque la publicidad llamó mi atención mientras miraba un capítulo de otra de mis series favoritas. Es que, ¡vamos! ¿Qué chica no se vería tentada de hacer cualquier cosa que Paul Wesley e Ian Somerhalder le pidieran? Yo no fui la excepción. 

Vampire Diaries actualmente es una de mis series de televisión favoritas, pero tengo que decir que mi intento con los libros no fue tan bien. Raras veces prefiero una adaptación, y me alegra que ésta sea una de ellas. No sé si es porque ya estaba acostumbrada a la serie, pero el libro me pareció muy rápido, con poco desarrollo de los personajes y cosas que no se explicaban. Lo tuve que dejar. Ahora creo que no soportaría ver un final distinto para los personajes con los que ya me encariñé. Sobre todo Katherine <3

Así fue como mi pequeño historial con los vampiros en los libros me cerró las puertas para seguir indagando, y ahora es cuando me arrepiento enormemente, porque estoy segura de que hay por lo menos dos sagas que incluyen a estos seres, que realmente podrían haberme gustado, y que ahora no sé si voy a tener el tiempo de sentarme a leer.

Estas sagas son:

• Vampire Academy: Muchas de las chicas que conozco, y en las que confío con sus gustos en lecturas, hablan maravillas de esta serie. Y tengo que ser sincera, la peli promete. También leí que no creen que tenga mucho éxito, y que ponen en duda la continuación (por lo que vi hasta dejaron de traer los libros en español a Argentina), pero lo cierto es que lo que vi hasta ahora me gusta. Sobre todo la protagonista. La veo como una de esas kick ass que tanto adoro, y eso es algo que me empuja a querer leer los libros. Ojalá pueda hacerlo pronto.
• Saga Covenant: No voy a mentir. El único y principal motivo por el que quiero leer esta serie, no son los vampiros, pero sí una chupasangre: Jennifer L. Armentrout. Amo a esa mujer, y lo paranormal se le da demasiado bien como para perdérmelo. Sé que por ahí dicen que se parece bastante a VA, pero también admiten que más adelante Jenn pone su propia magia. Y eso es algo que quiero leer. (Editado: Bueno, pues ahora resulta que después de años de creer que esta saga era de vampiros, de leer gente comparándola con VA, y de que nadie me contradijera, ahora me vengo a enterar que no lo es. De todas maneras quiero leerla. Gracias Cami por abrirme los ojos <3)

En resumen, después de toda esta perorata, quiero saber: Ustedes...

¿Qué opinan de los vampiros? ¿Es algo sobre lo que les gusta leer, o creen que es sólo una moda pasada? ¿Cuáles de estos libros leyeron y qué les parecieron? ¿Cuáles otros vale la pena leer?

Espero sus respuestas. Que tengan un hermoso Domingo.