Reseña: Matar a un Ruiseñor - Harper Lee

Título: Matar a un Ruiseñor
Autor: Harper Lee
Editorial: Ediciones B
Fecha de Lanzamiento: Septiembre de 2015 (Argentina)

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Sinopsis: Un clásico de la literatura del siglo XX,  ahora en un formato de bolsillo de verdadero lujo. Harper Lee está de plena actualidad por el redescubrimiento de la novela original, rechazada por sus editores en su momento y una de cuyas tramas secundarias es la que dio origen a la novela Matar a un ruiseñor y a la película homónima ganadora de varios Oscar.Jean Louise Finch evoca una época de su infancia en Alabama, cuando su padre, Atticus, decidió defender ante los tribunales a un hombre negro acusado de violar a una mujer blanca.Novela de iniciación, Matar a un ruiseñor muestra una comunidad, la del sur de Estados Unidos durante la década de 1930, dominada por los prejuicios raciales, la desconfianza hacia lo diferente, la rigidez de los vínculos familiares y vecinales, así como por un sistema judicial sin apenas garantías para la población de color. 
¡Gracias Ediciones B por el ejemplar! 





RESEÑA

"Los ruiseñores sólo se dedican a cantar para alegrarnos. No estropean los frutos de los huertos, no anidan en los arcones del maíz, no hacen nada más que derramar su corazón, cantando para nuestro deleite. Por eso es pecado matar a un ruiseñor."

Este clásico de la literatura norteamericana del siglo XX nos cuenta la historia de Jean Louise “Scout” Finch y Jem Finch, dos hermanos que viven en el Condado de Maycomb, Alabama, y que pasan sus días entre la escuela, las tardes de verano junto a su amigo Dill, y su afición por develar el misterio que encierra su vecino: Boo Radley.

El libro entero es una crítica a la sociedad de la época, dónde las desigualdades sociales y los prejuicios estaban a la orden del día. Es por eso que la rutina tranquila y sin complicaciones de Scout y Jem se ve perturbada cuando su padre, Atticus Finch, en desempeño de su profesión de abogado, decide defender a un hombre de color, acusado de abusar sexualmente de una mujer blanca.

Otra vez me encuentro en el aprieto de reseñar/puntar un clásico, pero esta vez por voluntad propia. Desde hacía muchísimo tiempo tenía ganas de leer este libro, y cuando vi la hermosa edición que trajeron mis amigos de Ediciones B, no pude contenerme. ¿Y por qué digo “en un aprieto”? Simplemente porque considero que todos estos libros con tantos premios y opiniones, merecen más que un simple “me gustó la historia, me gustaron los personajes”, o un “no me gustó para nada”. Sobre todo una historia como la de Matar a un Ruiseñor, con un trasfondo tan importante, del que sin duda podríamos estar discutiendo horas y horas, algo que es imposible de hacer en una entrada de blog.

No estoy segura de cómo es que logré llegar hasta el 2015 sin enterarme absolutamente nada de este libro, además del nombre “Atticus Finch”.  Se imaginarán, entonces, que mi primera sorpresa fue al darme cuenta de que la historia no estaba narrada por Atticus, sino por su hija, Scout. Cuando terminé el libro me di cuenta de que esto fue un punto muy positivo, ya que Scout le aporta un sentido de liviandad a toda la horrible situación de la discriminación y los prejuicios. La sinceridad e ingenuidad de sus sentimientos me hicieron sonreír, y me di cuenta de cuenta de que me pasó todo lo contrario a lo que sentí, por ejemplo, con La Campana de Cristal, dónde su protagonista estaba completamente inmersa en los prejuicios de la sociedad de la época, y la detesté tanto que hasta me costó entender sus propios problemas.

La segunda sorpresa que me llevé, y que está relacionada con la primera, es que en varias oportunidades me sentí como que estaba leyendo un contemporáneo. Las andanzas de Scout y Jem, y todo el misterio de Boo Radley se me hicieron muy amenos, e identifiqué un recurso que creo que es bastante utilizado en los libros juveniles de hoy en día.

La tercera sorpresa, que en realidad la sospeché en el epígrafe (recuerden que si puedo, no leo las sinopsis), es que Atticus es un abogado. Si me conocen, o si han leído mis respuestas en la presentación de la sección “Entre Bloggers”, sabrán que también soy abogada, por lo que realmente disfruté la parte del juicio, y las habilidades argumentativas e interrogatorios de Atticus. Además de que él se me hizo un personaje súper querible, reflexivo y profundo.

Lo que sí puede decirse que no me gustó, y que me aburrió un poco, fueron las partes en las que Scout se iba de tema y empezaba a ser muy descriptiva acerca de las familias y los antepasados del Condado, pero admito que tal vez es algo típico de la época, y que es necesario para entender ciertas reacciones y acontecimientos.

En resumen, Matar a un Ruiseñor me sorprendió, me gustó mucho, y me dejó pensando. Un gran clásico para replantearnos lo que, muchas veces, hacemos mal como sociedad, y creemos que sólo es propio de nuestros tiempos.



SOBRE EL AUTOR

Harper Lee nació en Monroeville (Alabama, EE UU), en 1926. En 1931, un conflicto racista acontecido en la localidad vecina de Scottsboro conmocionó a la sociedad estadounidense. Lee, testigo indirecto de los hechos, se inspiró en este suceso para escribir su primera y única novela conocida hasta 2015, Matar a un ruiseñor, convertida hoy en un clásico de la literatura norteamericana del siglo XX. Amiga personal de Truman Capote, Lee decidió retirarse del mundanal ruido cuando alcanzó la fama. En 2007, recibió la Medalla Presidencial de la Libertad de Estados Unidos por su carrera literaria. Premio Pulitzer en 1961, un año después el director Robert Mulligan la llevó a la pantalla en una inolvidable película que obtuvo dos Oscar® de la Academia: al mejor guión (Horton Foote) y al mejor intérprete masculino (Gregory Peck). En 2015 se ha reencontrado la novela Go Set a Watchman (Ve y pon un centinela), rechazada por sus editores en su momento y una de cuyas tramas secundarias es la que dio origen a Matar a un ruiseñor.

1 comentario:

  1. Justo me compré este libro la semana pasada, pero aún no me he puesto con él. Ahora, después de tu reseña, definitivamente me entraron más ganas de leerlo.

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