Hija de las tinieblas nos cuenta
la historia de Lada y Radu, hijos de Vlad Drácula, quien es vaivoda (o príncipe)
de Valaquia durante el ascenso del Imperio Otomano. Cuando los tres deben huir
de sus tierras, Vlad Drácula utiliza a sus hijos como una especie de seguro
para mantener su posición en el poder, y los deja a ambos en manos del Sultán
Otomano.
De esta manera, Lada y Radu
continuarán con vida siempre y cuando su padre permanezca fiel al Imperio, y
serán educados con las tradiciones y la fe del Islam. Mientras Radu se adapta
rápidamente y comienza a crecer y a formarse rodeado de la contención y la
esperanza que creía haber perdido para siempre, Lada no puede dejar de pensar en
Valaquia, en su pueblo, y en sus costumbres.
En el camino, los hermanos
conocen a Mehmed, y sus férreas convicciones comienzan a flaquear. Lada ya no
está tan segura de querer abandonar las tierras pertenecientes a quienes ella
considera el enemigo, y Radu ya no se siente completamente solo y fuera de
lugar.
Los tres se verán envueltos en
una serie de conflictos políticos, militares y religiosos, y harán todo lo que esté a su
alcance para protegerse mutuamente mientras aprenden a lidiar con sus propios
sentimientos, deseos, y pasiones.
“El amor y la vida eran dos elementos que, por la implacable búsqueda
de poder, se podían ganar y perder en un santiamén. Ella jamás podría renunciar
a la chispa de la vida, pero al amor…”
Allá por el mes de diciembre leí
una historia corta de esta autora, y desde que me enteré que VRYA iba a
publicar Hija de las tinieblas deseé con todo mi corazón poder leerlo pronto.
Y aunque aquella historia corta y esta novela no pueden ser más diferentes,
tengo que decir que Kiersten White no me decepcionó ni un poquito ❤. Adoré la
trama y los personajes, y ya me muero por seguir leyendo más de ellos.
He visto comentarios en redes
sociales o blogs que venden Hija de las tinieblas como un retelling de Drácula,
y ¿a quién vamos a engañar? si leemos la sinopsis y vemos el nombre ahí como si
fuera parte de un cartel luminoso, es obvio que vamos a pensar que lo es. Pero
lo cierto es que no. Para aquellos que no lo sepan, Bram Stocker —escritor de
Drácula— basó su novela en Vlad Drăculea, un personaje histórico, que existió
en la realidad, y quien no tenía nada de vampiro sino que simplemente era un príncipe
de Valaquia, conocido por su fiereza y su crueldad para castigar a sus
enemigos.
Lo que Kiersten White hizo en
esta novela fue tomar a ese personaje de Vlad Drăculea, y a todos los demás que
fueron parte de su historia, y los moldeó a su manera, con el elemento
principal y distintivo de que en Hija de las tinieblas Vlad Drăculea no es un
hombre sino una mujer: Lada. De esta manera podemos decir que estamos frente a
una especie de ficción histórica, pero con algunos elementos de retelling.
Los personajes existieron, los
acontecimientos históricos —y hasta de la vida de sus protagonistas— sucedieron,
pero gracias a la imaginación de la autora podemos disfrutar no solo de
aquellos hechos que han podido recopilarse a través de los años, sino también
de una historia donde las relaciones y los sentimientos comparten el eje
central con los conflictos políticos, militares y religiosos de la época. La relación de
los tres protagonistas en esta especie de extraño triángulo, es algo
maravilloso, que no he leído antes, y una de las cosas que más me gustó del
libro.
Creo que la autora ha hecho un
excelente trabajo llenando esas lagunas de información que encontramos en los libros de historia, y creando una trama
cruda, atrapante, llena de intrigas y maquinaciones en la búsqueda del poder, y
sobre todo de una lucha constante por la supervivencia.
Lada mantiene algunos de los
atributos por los que fuera conocido Vlad Drăculea. Es terca, impulsiva,
valiente, decidida, pero por sobre todas las cosas es bastante cruel y
sanguinaria. No es exactamente la protagonista femenina a la que estamos acostumbrados,
y justamente por eso me resultó como un soplo de aire fresco. La amé desde las
primeras páginas, y aunque hubieron veces en las que su personalidad cedía ante la
situación, y su comportamiento era un poco incongruente, rápidamente se tornaba
comprensible, y no pude evitar sentir empatía hacia ella.
Me pareció súper importante el
cambio de género en la protagonista, porque a Lada le toca ser mujer en una
época en la que las mujeres eran poco más que un objeto. Todas las mujeres que ella conoce son débiles, y viven solo con el objetivo de casarse y darle a su esposo
la posibilidad de tener descendencia. Pero Lada no quiere nada de eso. Su deseo es ser un soldado, pelear por su tierra, por sus seres queridos y por sus
ideales. Y está dispuesta a todo para conseguirlo.
En Radu, por otro lado, la autora
introdujo un elemento que a mí me encantó. Desde el principio se lo conoce como
un chico sensible y adorable, que aprecia mucho a su hermana pero que se siente
incomprendido la mayoría del tiempo. Poco a poco van haciéndose un poco más
obvias sus preferencias, y eso termina siendo otro reto para la época que no
hace más que aumentar la riqueza y complejidad de la historia.
Me gustó mucho el hecho de que
Lada y Radu —y también Mehmed— comienzan siendo apenas unos pequeñitos. Así, los lectores podemos ser testigos de su crecimiento a medida que pasan las
páginas. Son personajes que evolucionan muchísimo, y es imposible no
encariñarse de una u otra forma con ellos. Además, que el libro esté narrado en
tercera persona, pero que aun así los capítulos intercalen perspectivas, ayuda
mucho al ritmo de la historia y a conocer los sentimientos de los protagonistas
con mayor profundidad.
La prosa de la autora es clara y
llevadera, con un don especial para las escenas más crudas y muy pero muy
gráficas. Realmente logró atraparme, a pesar de que la ficción histórica no es
un género que me encante, y supo tocar temas políticos y religiosos sin perder
ni por un momento el hilo y la tensión propia de la trama.
Hija de las tinieblas es un libro
maravilloso, que no se parece en nada a algo que yo haya leído antes, y que me
dejó con muchísimas ganas de leer el siguiente. Se los recomiendo si están
interesados en ese período histórico, y sino también. Es ideal para aquellos
que disfrutan de la acción, las luchas por el poder, personajes fuertes y
complejos, y una relación de amor-amistad bastante complicada.
Yo le di 5 estrellas.